La EPS cuenta con esta población de afiliados identificada en 37 municipios priorizados de 14 departamentos a nivel nacional.
Cartagena de Indias, mayo 14 de 2025 – Ante la declaratoria de emergencia sanitaria por fiebre amarilla, Coosalud EPS hace un llamado a los más de 122.000 usuarios susceptibles de vacunación contra esta enfermedad en 37 municipios priorizados de 14 departamentos del país, entre ellos, Antioquia, Arauca, Bolívar, Chocó y Meta. La dosis única está disponible de manera gratuita en los puntos habilitados de la red pública y privada del país.
“La fiebre amarilla es una enfermedad viral grave que puede tener consecuencias fatales. En su forma severa, la tasa de letalidad puede llegar al 50 %. Vacunarse es una medida simple, segura y eficaz para evitar complicaciones”, explica Yulia Matos Carracedo, líder nacional de la cohorte de vacunación de Coosalud EPS.
De acuerdo con la vocera, la vacuna forma parte del Plan Ampliado de Inmunizaciones (PAI), requiere una sola aplicación y ofrece protección de por vida en la mayoría de los casos. Sin embargo, es importante aclarar que la vacuna es efectiva contra la enfermedad 10 días después su aplicación, alcanzando una inmunidad del 99% luego de 30 días.
¿Quiénes deben vacunarse?
El esquema de vacunación nacional tiene como población objeto las personas de 9 meses a 19 años en todo el territorio colombiano. No obstante, tal como lo indica la Resolución 691 y la Circular 012 de 2025 del Ministerio de Salud y Protección Social, en las zonas consideradas de alto y muy alto riesgo se deben vacunar:
- Todas las personas desde los 9 meses de edad en adelante, incluidos los mayores de 59 años, la población extranjera y migrante, independiente de su estatus migratorio.
- Personal que labore en IPS, secretarías de Salud y EPS.
Para el caso de Coosalud, y alineados a las directrices del Minsalud, la vacunación es prioritaria para todos los usuarios a partir de 6 meses de edad residentes en los departamentos de Amazonas, Antioquia, Arauca, Caquetá, Casanare, Cesar, Chocó, Guainía, Huila, La Guajira, Meta, Putumayo, Santander, Tolima y Vichada, así como en los municipios de Barranco de Loba, Cantagallo y Pinillos, en Bolívar; Cubará, Maripí, Muzo, Páez, Pauna, Paya, Puerto Boyacá y San Pablo de Borbur, en Boyacá; Agua de Dios, Girardot, Guaduas, Paime y Ricaurte, en Cundinamarca; Aracataca, Ciénaga, Fundación y el distrito de Santa Marta, en Magdalena; Abrego, Convención, Cáchira, Cúcuta, El Carmen, El Tarra, El Zulia, Hacarí, La Playa de Belén y San Calixto, en Norte de Santander; Quinchía, en Risaralda, y en San Andrés.
¿Por qué este es un tema urgente?
Factores como el cambio climático, que amplía el hábitat del mosquito transmisor, y el aumento de los desplazamientos nacionales e internacionales han incrementado el riesgo de contagio, incluso en zonas donde antes no se reportaba la enfermedad.
“Prevenir ahora es evitar complicaciones después. La vacunación oportuna, sumada a medidas de control del vector, es nuestra mejor defensa”, advierte Matos.
Síntomas a los que hay que prestar atención
La fiebre amarilla puede iniciar con fiebre alta, dolor muscular, vómitos y coloración amarillenta en piel y ojos (ictericia). En su fase grave puede afectar el hígado, los riñones y provocar hemorragias.
“La mayoría de las personas que se vacunan no solo se protegen a sí mismas, sino que contribuyen a evitar la propagación del virus en su comunidad. Es una decisión personal que tiene un impacto colectivo”, concluye Matos.
Si hace parte de los grupos priorizados, acérquese a los puntos de vacunación habilitados en el país y actualice su esquema para sumarle poder a su vida.