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Coosalud mantiene habilitados centros de aislamiento asistido para sus afiliados

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Teniendo claridad de que el aislamiento es la principal herramienta para frenar la propagación de la COVID-19 tras la sospecha o confirmación de los casos, Coosalud EPS implementó una estrategia de adecuación centros de aislamiento asistido para sus usuarios.

En ciudades como Cartagena, Barranquilla y Cali, la entidad tiene acondicionados centros de aislamiento, con los cuales la EPS se mantiene alineada a las directrices del Ministerio de Salud y Protección Social y, a su vez, a la estrategia Prass (Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible) del Gobierno.

“Arrancamos con la idea del centro de aislamiento asistido teniendo en cuenta que gran parte de nuestra población tiene una debilidad en el manejo de la patología, ya que muchos no poseen las condiciones para aislarse, por la infraestructura de sus viviendas o porque viven en hacinamiento. Con este plan de acción fuimos pioneros en Cartagena. En esta ciudad hemos logrado aislar en el centro a alrededor de 80 personas que, si se multiplican por la tasa de contagios que en su momento se alcanzó, significa que prevenimos que esas personas transmitieran el virus a 300 personas en promedio”, relata Claudia Morales Moreno, directora operativa nacional de Salud de Coosalud.

De acuerdo con Morales, actualmente se toman en consideración tres criterios para el traslado de los usuarios a estos recintos: pacientes confirmados que no cumplan con las condiciones para el aislamiento en casa, pacientes con alta sospecha de contagio, por contacto estrecho con casos positivos o por sintomatología asociada al virus, que tampoco puedan aislarse en sus viviendas; y pacientes hospitalizados a los que se les realiza alta temprana.

“Por ejemplo, si a un usuario hospitalizado le quedan pendientes dos dosis de antibióticos y su evolución es satisfactoria, pero aún le falta por cumplir siete días de aislamiento, el médico tratante puede autorizar que se le termine el tratamiento en el centro. De esta manera, se contribuye también a descongestionar la ocupación de camas hospitalarias requeridas para otros pacientes”, argumenta la funcionaria con relación a este último criterio.

Para el seguimiento del estado de salud de los usuarios, se cuenta con el respaldo de IPS que forman parte de la red de servicios de Coosalud, con profesionales médicos y de enfermería que realizan monitoreo y rondas permanentes, así como equipos, entre los que se incluyen concentradores de oxígeno, en caso de que se necesiten. Gracias a estos factores, se tiene la tranquilidad de poder recibir en el centro incluso a personas con comorbilidades, como hipertensión y diabetes, que no requieran atención intrahospitalaria.

Una vez se tienen identificados los casos confirmados o sospechosos, se realiza la verificación de las condiciones de aislamiento de los usuarios y, en caso de que no se cumplan, se les ofrece la opción de traslado al centro. Entre tanto, el director médico de cada sucursal y el coordinador hospitalario decide qué paciente puede ser atendido en esta unidad.

Todos los usuarios que ingresan al centro de aislamiento reciben un kit con tapabocas, toallas desechables, pañuelos faciales y un folleto de guía de acompañamiento para que su estadía sea con todos los protocolos de cuidado y bioseguridad. Además, se les brinda orientación psicológica frecuente. Durante su estancia, se les ofrece alimentación completa: tres comidas diarias y dos meriendas. También está la alternativa de ingresar con un acompañante, para los afiliados que lo requieran. Luego de cumplir el periodo de confinamiento estipulado y, según el estado clínico del paciente, el médico dará el visto bueno para su salida.

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