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El deporte: prevención y control de la diabetes

Ejercicios antidiabetes, ¿cuáles son los mejores?

La diabetes es una enfermedad crónica que no tiene cura, pero que se puede prevenir y controlar con un tratamiento adecuado. El tratamiento incluye medicamentos, dieta, educación y, sobre todo, actividad física.

El ejercicio es uno de los pilares fundamentales para prevenir y controlar la diabetes. Practicar algún deporte ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, a reducir el peso corporal, a regular el nivel de glucosa, a prevenir las complicaciones cardiovasculares, a mejorar el estado de ánimo y a aumentar la calidad de vida.

Pero, ¿qué tipo de ejercicio es el más adecuado para las personas con diabetes? ¿Qué beneficios tiene cada uno? ¿Qué precauciones hay que tener en cuenta? En este artículo, te lo contamos todo:

Beneficios del ejercicio físico para la diabetes

El ejercicio físico tiene múltiples beneficios para las personas con diabetes, tanto a corto como a largo plazo. Estos son algunos de ellos:

  • Mejora la sensibilidad a la insulina: el ejercicio hace que los músculos utilicen más glucosa como fuente de energía, lo que reduce el nivel de glucosa en la sangre y mejora la capacidad del cuerpo para responder a la insulina.
  • Reduce el peso corporal: entrenar quema calorías y ayuda a eliminar el exceso de grasa, lo que favorece el control de la diabetes y previene otras enfermedades asociadas como la hipertensión o el colesterol alto.
  • Regula el nivel de glucosa: ayuda a mantener el nivel de glucosa dentro de los rangos normales, lo que evita las hiperglucemias (niveles altos de glucosa) y las hipoglucemias (niveles bajos de glucosa), que pueden ser peligrosas para la salud.
  • Previene las complicaciones cardiovasculares: mejora la circulación sanguínea, fortalece el corazón, reduce la presión arterial y previene la formación de coágulos, lo que reduce el riesgo de sufrir infartos, anginas, accidentes cerebrovasculares u otras complicaciones cardiovasculares.
  • Mejora el estado de ánimo: libera endorfinas, unas sustancias químicas que producen sensación de bienestar, placer y euforia. El ejercicio también ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, que son factores que pueden afectar negativamente al control de la diabetes.
  • Aumenta la calidad de vida: mejora la autoestima, la confianza y la independencia de las personas con diabetes. El ejercicio también favorece las relaciones sociales y el ocio saludable, lo que contribuye a una mayor satisfacción personal.

Tipos de ejercicio físico para la diabetes

El ejercicio físico se puede clasificar en dos tipos principales: aeróbico y anaeróbico. Cada uno tiene sus características, beneficios y precauciones específicas para las personas con diabetes.

Ejercicio aeróbico

El ejercicio aeróbico es aquel que se realiza con una intensidad moderada y durante un tiempo prolongado. En este tipo de ejercicio, se utiliza el oxígeno como fuente principal de energía. Algunos ejemplos son caminar, correr, nadar, bailar o montar en bicicleta.

El ejercicio aeróbico tiene los siguientes beneficios para las personas con diabetes:

  • Mejora la capacidad cardiovascular y respiratoria
  • Reduce el peso corporal y la grasa abdominal
  • Mejora la sensibilidad a la insulina
  • Regula el nivel de glucosa
  • Previene las complicaciones cardiovasculares

Las personas con diabetes deben realizar ejercicio aeróbico al menos 3 veces por semana, durante unos 30 minutos cada sesión. La intensidad debe ser moderada, es decir, que permita mantener una conversación sin dificultad. Se recomienda empezar de forma gradual e ir aumentando la duración e intensidad progresivamente.

Las precauciones que hay que tener en cuenta al realizar ejercicio aeróbico son las siguientes:

  • Medir el nivel de glucosa antes, durante y después del ejercicio
  • Ajustar la dosis de insulina o de medicamentos orales según las indicaciones del médico
  • Consumir carbohidratos antes, durante y después del ejercicio si es necesario
  • Hidratarse adecuadamente
  • Usar ropa y calzado cómodos y adecuados
  • Evitar el ejercicio en condiciones extremas de calor o frío
  • Evitar el ejercicio si se tiene alguna complicación como una infección, una herida o una neuropatía

Ejercicio anaeróbico

El ejercicio anaeróbico es aquel que se realiza con una intensidad alta y durante un tiempo corto. En este tipo de ejercicio, se utiliza la glucosa como fuente principal de energía. Algunos ejemplos son levantar pesas, hacer abdominales y saltar. 

El ejercicio anaeróbico tiene los siguientes beneficios para las personas con diabetes:

  • Aumenta la masa muscular y el metabolismo basal
  • Mejora la fuerza, la resistencia y la flexibilidad
  • Mejora la sensibilidad a la insulina
  • Regula el nivel de glucosa
  • Previene la osteoporosis y las caídas

Las personas con esta condición deben realizar ejercicio anaeróbico al menos 2 veces por semana, durante unos 15 minutos cada sesión. La intensidad debe ser alta, es decir, que provoque fatiga muscular y dificultad para respirar. Se recomienda alternar los grupos musculares y descansar entre cada serie.

Las precauciones que hay que tener en cuenta al realizar ejercicio anaeróbico son las siguientes:

  • Medir el nivel de glucosa antes, durante y después del ejercicio.
  • Ajustar la dosis de insulina o de medicamentos orales según las indicaciones del médico.
  • Consumir carbohidratos antes, durante y después del ejercicio si es necesario
  • Hidratarse adecuadamente.
  • Usar ropa y calzado cómodos y adecuados.
  • Evitar el ejercicio si se tiene alguna complicación como una infección, una herida o una neuropatía.

Ejercicio físico de forma segura y eficaz

Para realizar ejercicio físico de forma segura y eficaz, es importante seguir las recomendaciones del médico o del educador en diabetes. También es importante medir el nivel de glucosa antes, durante y después del ejercicio; ajustar la dosis de insulina o de medicamentos orales; consumir carbohidratos si es necesario; hidratarse adecuadamente; usar ropa y calzado cómodos y adecuados; evitar el ejercicio en condiciones extremas o si se tiene alguna complicación.

Recuerda que el ejercicio físico es una parte fundamental del tratamiento de la diabetes, pero no la única. También debes seguir una dieta equilibrada, tomar tus medicamentos correctamente, educarte sobre tu enfermedad y acudir a tus controles médicos periódicamente.

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