El papel de la detección temprana en la lucha contra el cáncer infantil
El cáncer es una enfermedad que, cuando se diagnostica en etapas iniciales, tiene un mejor pronóstico y opciones de tratamiento más eficaces.
La detección temprana del cáncer infantil es clave para reducir complicaciones graves y mejorar la tasa de supervivencia. Reconocer los signos de alarma puede marcar la diferencia en la vida de un niño.
Señales de alerta a tener en cuenta
Fiebre prolongada o fiebre persistente sin motivo aparente.
Pérdida de peso inexplicable y cansancio extremo.
Masa palpable en el abdomen, cuello o ganglios cervicales.
Dolor óseo, dolor de cabeza intenso o hidrocefalia obstructiva.
Alteraciones oculares y sensoriales, como visión borrosa.
Sangrados anormales o aftas (llagas) bucales recurrentes.
Dolor torácico o dificultad respiratoria sin causa evidente.
Importancia del diagnóstico oportuno
El acceso a un diagnóstico temprano permite iniciar un tratamiento adecuado y reducir la incidencia de complicaciones graves. En casos de leucemia linfoblástica o tumores intracraneales, la identificación de síntomas en etapas iniciales mejora las probabilidades de recuperación.