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La migraña, una enfermedad poco diagnosticada

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La migraña es una enfermedad incapacitante, severa, poco diagnosticada y, en algunos casos, hereditaria. Afecta a una de cada siete personas en el mundo y puede llegar a paralizar las actividades diarias de quienes la padecen, en cuanto a rendimiento laboral o escolar y relaciones sociales.

Este tipo de dolor de cabeza es confuso para las personas cuando empiezan a experimentarlo, ya que la mayoría asocia sus síntomas con una simple cefalea común y transitoria, lo cual retrasa tanto su diagnóstico como el tratamiento adecuado para su alivio.

Por esta razón, en el marco del Día Internacional de Acción contra la Migraña, Coosalud quiere orientar a sus afiliados acerca de cómo detectar esta enfermedad y qué medidas deben tomar para que esta no afecte su vida diaria en caso de padecerla.

¿Migraña o cefalea?

Según la Asociación Colombiana de Neurología, solo el 48% de las personas con migraña en algún momento de su vida ha sido diagnosticado por un médico, lo que indica que más de la mitad de los que la padecen (52%) no son conscientes de su padecimiento.

Los dolores de cabeza no son iguales; la intensidad, los síntomas físicos y la duración son claves para detectar si se padece migraña o una cefalea común.

La migraña se presenta como un dolor fuerte y pulsátil, que se ubica en un solo lado de la cabeza, con una intensidad grave o moderada. Puede venir acompañada de náuseas, vómito y sensibilidad a la luz o a los sonidos fuertes.

Por otro lado, la cefalea se manifiesta como un dolor opresivo, como un peso o una punzada, que se ubica a ambos lados de la cabeza y suele ser leve o moderado. Puede durar desde un par de minutos hasta siete días y no empeora con los esfuerzos o actividades físicas.

La migraña es causada por la actividad cerebral anormal, que se puede generar por muchos factores que involucran vías nerviosas y químicas del cuerpo. Sin embargo, existen circunstancias externas que ocasionan ataques de migraña:

– Exposición a olores y perfumes fuertes.

– Abstinencia de cafeína.

– Cambios en niveles hormonales durante el ciclo menstrual o con la toma de pastillas anticonceptivas.

– Ejercicio fuerte.

– Episodios de estrés.

– Pasar por alto comidas.

– Ansiedad.

– Consumo de algunos alimentos como maní, nueces, chocolate, frutas (banano o cítricos), vino tinto, quesos curados, productos lácteos, tocino, salami, cebollas y alimentos procesados.

Cuando experimente una migraña

Estas acciones pueden ayudar a que el dolor de cabeza baje su intensidad:

– Descanse en una habitación oscura y sin ruido.

– Coloque un paño frío sobre su cabeza.

– Si ha vomitado, beba abundante agua para evitar que se deshidrate.

– Visite a su médico si la intensidad del dolor de cabeza incrementa.

Si presenta dolores de cabeza constantes, cree un diario con los días en los que se le presentaron, qué comió 24 horas antes, cuánto durmió la noche anterior, cuánto tiempo le duró el malestar y desde qué momento sintió alivio. Luego, consulte a su médico y descríbale cada episodio.

¡No se confunda más, en sus manos está detectar si padece migraña

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