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Usa la sal de forma consciente y saludable

El debate sobre la sal y su impacto en la salud ha evolucionado con el tiempo. Frente a mitos y preocupaciones, es esencial entender su valor a la hora de cocinar y su influencia en nuestra salud. Hoy entenderemos cómo seleccionar y utilizar la sal de manera que beneficie tanto a nuestro paladar como a nuestro bienestar.

Entre mitos y miedos

Sabemos que, en ocasiones, el sodio recibe mala fama, y la desinformación puede llevarnos a pensar que debemos evitarlo a toda costa. Aquí estamos para decirte que el sodio es vital para nuestro cuerpo, ayudando desde funciones cerebrales hasta la regulación de nuestros latidos del corazón.

Necesidad básica: nuestro cuerpo requiere sodio para funcionar correctamente, la clave está en el equilibrio.

Encuentra tu balance: cómo y cuánto consumir.

Lo que necesitas saber: los expertos sugieren que consumamos entre 2.000 y 2.500 mg de sodio diariamente, lo que equivale, en promedio, a una cucharada sopera de sal.

Cuando más es menos: tanto el exceso como la falta de sodio pueden ser perjudiciales. Mantener un balance adecuado es fundamental para nuestro corazón y nuestra salud general.

Elige sabiamente

Conociendo los tipos de sal

  • Sal de mesa: la más común y accesible, aunque la más procesada.
  • Sal marina: natural y con un toque mineral, es perfecta para quienes buscan una opción más orgánica.
  • Sal del Himalaya: no solo es hermosa con su tono rosado, sino que también es menos impactante para tu presión arterial.

La sal y tu salud

Aunque se cree que la sal es la única culpable de la hipertensión, en realidad, un estilo de vida poco saludable tiene mucho más impacto. De hecho, tener una cantidad reducida de sodio en el organismo también puede ser peligroso. Se llama hiponatremia y requiere atención médica.

 Consejos para un consumo consciente

     Agregar sal al final: una técnica útil es agregar sal al final de la cocción. Esto no solo realza el sabor, sin necesidad de usar grandes cantidades, sino que también mantiene el perfil de sabor único de cada tipo de sal.

     Selección de sal: optar por sales menos refinadas y ricas en minerales puede ser una estrategia efectiva para mejorar la calidad de la dieta.

     Ojo con lo procesado: los alimentos ultraprocesados pueden ser los verdaderos villanos del exceso de sodio en nuestra dieta.

Te animamos a reconocer la variedad y las posibilidades que la sal ofrece, siempre dentro de un marco de consumo consciente y equilibrado. Recuerda, la clave no está en eliminar la sal de nuestras vidas, sino en aprender a usarla para realzar nuestras comidas y cuidar nuestro cuerpo.

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