Acatar las indicaciones de los profesionales de la salud es fundamental para combatir la pandemia de COVID–19. Si bien es cierto que muchas de las personas que se infectan padecen síntomas de leve intensidad, y pueden llevar a cabo su recuperación en casa, existen ciertas comorbilidades que aumentan el riesgo de complicación tras contraer esta enfermedad. Es por ello que, con ocasión del Día Mundial de la Hipertensión, que se conmemora el 17 de mayo, desde Coosalud queremos recordar la importancia de hacerle frente a esta enfermedad, y otras asociadas, como la obesidad, tanto en la prevención como en el control oportuno.
Los estudios han demostrado que los adultos mayores con comorbilidades tienen más probabilidad de infectarse con COVID-19 y sufrir complicarse luego de ser contagiados. De hecho, según el Ministerio de Salud y Protección Social, los pacientes con hipertensión suelen recibir tratamientos que influencian los niveles de una proteína llamada enzima convertidora de angiotensina II (ECA). Esta proteína está involucrada en el mecanismo que el coronavirus usa para multiplicarse al interior del organismo. Aunque esta condición aún se encuentra en investigación, es posible que esto ocasione mayor gravedad de la enfermedad en pacientes hipertensos.
Es por ello que, si eres un usuario con esta patología, te invitamos a permanecer en casa y a extremar todas las recomendaciones de higiene socializadas, como el lavado constante de manos y la limpieza y ventilación frecuente de los espacios.
Así mismo, es muy importante tener en cuenta que el sobrepeso y la obesidad no son solo representan un asunto estético, sino que afectan la salud y el bienestar de las personas. Está demostrado que un paciente con sobrepeso u obesidad es más propenso a desarrollar las siguientes enfermedades o trastornos:
– Enfermedad cardiovascular
– Diabetes
– Trastornos del aparato locomotor como la osteoartritis
– Algunos tipos de cánceres
En ese orden de ideas, con el fin de disminuir el riesgo a sufrir estas enfermedades, es fundamental tener un estilo de vida saludable que le permita mantener, a lo largo del tiempo, un peso adecuado, a través de buenos hábitos alimentarios y la realización de actividad física de manera regular, para así aumentar las probabilidades de superar la enfermedad, en caso de adquirirla.
Es claro que frente a la mayoría de enfermedades, la prevención es clave para garantizar una buena calidad de vida.
Recordamos que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las defunciones presentadas en los casos confirmados por el laboratorio de COVID-19 en China y otros países evidencian que la tasa de letalidad es más alta en personas que tienen alguna enfermedad crónica y en los adultos mayores. Por lo tanto, desde el Minsalud se recomendó priorizar la atención principalmente en la población con enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), hipertensión arterial (HTA), cáncer y mayores de 60 años, debido a que son los que presenten un elevado riesgo de complicaciones asociadas a la infección por COVID-19.
En Coosalud hemos implementado estrategias para garantizar la atención prioritaria a estas poblaciones, entre ellas, la entrega domiciliaria de medicamentos, las teleconsultas, las atenciones domiciliarias y la aplicación de pruebas COVID-19.
