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La mastitis es una inflamación del tejido mamario, comienza cuando las bacterias entran en los conductos de la leche y empiezan a crecer. Si no se trata, el crecimiento bacteriano puede extenderse a los tejidos circundantes, causando inflamación e hinchazón. Provoca un intenso dolor y malestar que dificulta la lactancia materna. Es una enfermedad dolorosa que afecta hasta al 80% de las madres primerizas en todo el mundo.
Además de ser extremadamente incómoda, la mastitis puede provocar complicaciones graves como la sepsis. Por eso es importante aprender a prevenirla durante la lactancia.
Evaluemos primero las señales de alarma: es importante entender lo que hay que buscar para poder reconocer los primeros signos de advertencia de la mastitis. Entre ellos se encuentran los siguientes
Aunque la mayoría de las mujeres experimentan mastitis una o dos veces durante la lactancia, es habitual que las nuevas mamás la desarrollen varias veces. Algunas mujeres pueden experimentar ataques recurrentes de mastitis a lo largo de su vida de lactancia.
Sin embargo, si notas síntomas similares a los expuestos anteriormente, ponte en contacto con tu médico inmediatamente. Él te proporcionará opciones de tratamiento con probióticos o antibióticos.
Habiendo aclarado los factores de riesgo de la mastitis en la lactancia, aquí tienes cinco sencillos consejos que te ayudarán a evitar la mastitis durante la lactancia.
Las bacterias son el enemigo número uno, asegúrate de lavar tus manos frecuentemente con agua y jabón. Asegúrate de lavarte bien los pechos y los pezones. Procura no tocarte los pezones con las manos sucias. Utiliza agua templada para lavarte los pechos después de cada toma. El agua fría puede disminuir el flujo sanguíneo a los pezones y hacerlos doler.
Intenta encontrar una posición cómoda para la alimentar a tu bebé. Intenta sentarte en posición vertical en lugar de acostarte. Utiliza también almohadas para apoyar la espalda. Es posible que tu bebé tenga sueño durante la toma, así que mantenlo despierto hablándole o cantándole.
Evita utilizar protectores de pezones o ropa ajustada. Estos elementos pueden causar irritación y obstrucción de los conductos.
La mastitis podría producirse por mala nutrición. La lactancia requiere que la madre consuma cantidades adecuadas de calorías y nutrientes para producir suficiente leche materna.
He aquí 3 alimentos que contienen los nutrientes clave que necesita el cuerpo para producir leche de calidad.
Yogur
El yogur está lleno de probióticos, que son bacterias beneficiosas que se encuentran de forma natural en el cuerpo humano. Los probióticos ayudan a mantener un equilibrio saludable de bacterias buenas en el tracto digestivo. También favorecen la digestión y la salud del sistema inmunitario.
Huevos
Los huevos aportan proteínas, vitaminas B12 y D, hierro, zinc, calcio, fósforo, riboflavina, niacina, vitamina E y ácido fólico. Estos nutrientes son cruciales para mantener un embarazo y un bebé sanos.
Cereales integrales
Los cereales integrales están cargados de fibra, minerales y vitaminas. También son bajos en calorías y grasas. La avena, la cebada, la quinoa, el arroz integral, el mijo, el trigo sarraceno, el salvado de trigo y el pan integral son ejemplos de cereales integrales.
También te puede ser útil consultar nuestra guía de autocuidado para que conozcas la importancia de la buena alimentación y el descanso.
No consumas alcohol ni productos del tabaco durante la lactancia. Tanto el alcohol como la nicotina aumentan el riesgo de mastitis.
Si tomas medicamentos, habla con tu médico para saber si pueden afectar a tu producción de leche. No consumas medicamentos que contengan codeína o morfina. Estos medicamentos pueden provocar estreñimiento, lo que dificulta la producción de leche. También puedes leer nuestro artículo acerca de la automedicación y sus riesgos.
Si tienes indicios de dolor en la lactancia, no dudes consultar a tu médico. Una madre que sufra mastitis mientras amamanta a su hijo debe buscar atención médica inmediatamente. La mastitis puede dar lugar a complicaciones graves si no se trata. Puede que tu médico que recomiende la ingesta de algún analgésico para el dolor. Encárgate de preguntarle a tu médico profesional sobre lo que puedes ingerir y lo que no, puede que se agrave la situación si te automedicas.
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