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“Desinformación ha sido una barrera para vacunación masiva”

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Enrique Mazenett, director de Epidemiología de Coosalud EPS, hace énfasis en la importancia de que los ciudadanos accedan a los biológicos y que sigan manteniendo las medidas de bioseguridad, aún después de vacunarse.  

El plan de vacunación contra el covid-19 continúa avanzando en el territorio colombiano con la apertura de un nuevo grupo etario: el de los mayores de 25 años. A corte del 31 de julio se habían aplicado, en total, más de 12 millones de esquemas completos a la población a nivel nacional.

No obstante, se sigue identificando la renuencia de algunas personas a la vacunación. Al indagar acerca de sus principales motivos, se ha descubierto que la desinformación es la principal causa de este fenómeno, tal como lo describe Enrique Mazenett, director de Epidemiología de Coosalud EPS.

Las personas creen que la vacuna va a generar algunos problemas, aludiendo a argumentos sin fundamento científico, como, por ejemplo, que con la vacuna se les implantará un chip para rastrearlos o que el biológico les va a cambiar la voluntad o los obligará a hacer cosas que no desean o les cambiará su forma de pensar o, incluso, que con este se les inyectará la enfermedad”, indica el experto.

 

Las variantes  

La vacuna es el mejor método para combatir la actual pandemia y se puede aplicar en niños desde los 12 años y embarazadas. No obstante, existen algunas variantes del covid-19, las cuales generan resistencia al biológico, es decir, disminuyen, en algún porcentaje, la efectividad de este. Si una persona tiene una sola dosis y le corresponden dos, es probable que adquieran una variante más peligrosa. Por lo tanto, es importante tener completo el esquema de vacunación.

El Gobierno colombiano ya confirmó la presencia de la variante delta en el país, descubierta en la India, y se ha comprobado que posee una forma de propagación más rápida. “Tiene una probabilidad de contagio del 30 al 60 por ciento mayor que el virus original. Esto hace que se infunda mucho más rápido y fácil entre las personas. Lo que sí sabemos es que, primero, este virus tiene unas características que dificultan al sistema inmune humano identificarlo y destruirlo. No se sabe a ciencia cierta qué alteran estas modificaciones, qué favorecen, si evita o disminuye la susceptibilidad del sistema inmunológico. No sabemos si esas manifestaciones también afecten la capacidad de la vacuna de combatir el virus, todavía eso no se ha establecido”, apunta Mazenett.

Lo que se ha establecido, también, es que los síntomas del delta son los mismos que ya se conocen del covid original. El epidemiólogo agrega: “La única manera de identificarlo es con pruebas genéticas”.

Contagios masivos  

El fenómeno de los contagios masivos tiene un componente social grandísimo, específicamente con el comportamiento individual de las personas. De acuerdo con expertos, sucede con frecuencia que cuando hay muchas personas vacunadas en una zona, los habitantes de dicha zona comienzan a dejar de usar tapabocas y acatar las medidas de bioseguridad. Las reuniones sociales aumentan y esos comportamientos derivan en las olas de contagios.

Aquí lo que nosotros vemos es que los casos de contagiados suben cuando la gente se relaja y bajan cuando a la gente le da miedo, toma consciencia y otra vez comienza a aplicar las medidas”, dice el epidemiólogo.

Mazenett destaca que, si bien, aún no se conoce con certeza cómo funciona el SARS-CoV-2, porque es un virus nuevo para el mundo científico y tampoco se sabe cuándo acabará la pandemia, la única certeza es que la vacuna es segura y protege a la humanidad de la severidad de este virus.

El hecho de que yo decida no vacunarme, no solo me afecta a mí. Es una decisión que involucra a mi familia, a los que están alrededor mío y que, finalmente, termina afectando el funcionamiento de la sociedad y de la economía del país y el mundo”, señala.

 

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