Cómo los carbohidratos afectan el control de la diabetes: lo que debes saber y así mantener el azúcar a raya.
La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por un aumento de los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre, debido a una deficiencia o resistencia a la acción de la insulina, una hormona que regula el metabolismo de los carbohidratos.
Los carbohidratos son uno de los principales nutrientes que aportan energía al organismo, pero también influyen directamente en el nivel de glucosa en la sangre. Por eso, es muy importante que las personas con diabetes conozcan qué alimentos contienen carbohidratos, qué cantidad deben consumir y cómo combinarlos con otros alimentos para mantener un buen control de la diabetes.
En este artículo, te explicaremos:
Los carbohidratos son moléculas orgánicas compuestas por carbono, hidrógeno y oxígeno, que se clasifican en simples y complejos según su estructura química y su velocidad de digestión y absorción.
Los carbohidratos simples son aquellos que tienen una o dos unidades de azúcar (monosacáridos o disacáridos) y se digieren y absorben rápidamente, lo que provoca un aumento rápido y alto de la glucosa en la sangre. Algunos ejemplos de carbohidratos simples son:
Los carbohidratos complejos son aquellos que tienen más de dos unidades de azúcar (polisacáridos) y se digieren y absorben más lentamente, lo que provoca un aumento más gradual y moderado de la glucosa en la sangre. Algunos ejemplos de carbohidratos complejos son:
Los carbohidratos complejos también se pueden clasificar en almidones y fibras. Los almidones son cadenas lineales o ramificadas de glucosa que se pueden descomponer en unidades más simples por las enzimas digestivas. Las fibras son cadenas complejas de azúcares no digeribles por el organismo humano, pero que tienen beneficios para la salud intestinal y el control glucémico.
El índice glucémico (IG) es una medida que indica la capacidad de un alimento con carbohidratos para elevar el nivel de glucosa en la sangre después de su consumo. Se expresa como un porcentaje comparado con un alimento de referencia, que suele ser el pan blanco o la glucosa pura.
Los alimentos con IG alto (mayor de 70) son aquellos que elevan rápidamente el nivel de glucosa en la sangre, como el azúcar, las galletas, las papas fritas o el arroz blanco. Los alimentos con IG bajo (menor de 55) son aquellos que elevan lentamente el nivel de glucosa en la sangre, como las legumbres, las frutas con piel, los cereales integrales o la leche.
La carga glucémica (CG) es una medida que tiene en cuenta el IG y la cantidad de carbohidratos disponibles por ración de un alimento. Se calcula multiplicando el IG por los gramos de carbohidratos disponibles y dividiendo entre 100. La CG refleja mejor el efecto real de un alimento sobre la glucosa sanguínea que el IG solo.
Los alimentos con carga glucémica alta (mayor de 20) son aquellos que aportan una gran cantidad de carbohidratos disponibles con un IG alto o moderado, como el pan blanco, el arroz blanco o las gaseosas.
Los alimentos con carga glucémica baja (menor de 10) son aquellos que aportan una pequeña cantidad de carbohidratos disponibles con un IG bajo o moderado, como las verduras sin almidón, las frutas con piel o los frutos secos.
En general, se recomienda elegir alimentos con un IG y una CG bajos para mejorar el control del azúcar en la sangre. Sin embargo, hay otros factores que pueden modificar el efecto de los carbohidratos en el azúcar en la sangre, como:
No hay una respuesta única que sea válida para todas las personas con diabetes, ya que la cantidad de carbohidratos que se debe consumir depende de varios factores individuales, como el tipo y el grado de diabetes, el tratamiento farmacológico, el peso corporal, el nivel de actividad física y los objetivos terapéuticos.
Sin embargo, algunas recomendaciones generales son:
No hay una cantidad exacta de carbohidratos que debas comer si tienes diabetes o quieres prevenirla. La cantidad ideal dependerá de tus objetivos de salud, tu peso, tu nivel de actividad física y tu tratamiento para la diabetes. Lo más importante es que ajustes tu ingesta de carbohidratos a tu nivel de insulina o a tus medicamentos para evitar las hipoglucemias (niveles bajos de azúcar en la sangre) o las hiperglucemias (niveles altos de azúcar en la sangre).
En general, se recomienda que los carbohidratos representen entre el 45% y el 60% de las calorías totales que consumes al día. Esto significa que si sigues una dieta de 2000 calorías, deberías comer entre 225 y 300 gramos de carbohidratos al día. Sin embargo, estas cantidades pueden variar según tus necesidades individuales.
Para controlar mejor tu ingesta de carbohidratos, puedes usar algunas herramientas como:
Además de la cantidad, también debes cuidar la calidad de los carbohidratos que comes. No todos los carbohidratos son iguales ni tienen el mismo efecto en el azúcar en la sangre. Por eso, debes elegir aquellos que sean más saludables y beneficiosos para tu diabetes.
Seguir una dieta baja en carbohidratos puede tener varios beneficios para las personas con diabetes y para la salud en general:
Es importante destacar que las necesidades dietéticas pueden variar de una persona a otra, por lo que es fundamental consultar a un profesional de la salud o un dietista antes de realizar cambios significativos en la dieta, especialmente si se tiene diabetes o cualquier otra condición médica. La supervisión médica y la personalización son clave para garantizar que la dieta sea adecuada y segura.
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