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Diabetes,

un sabor amargo

En Coosalud tenemos una población de 94.432 afiliados padeciendo este mal, 16.567 de ellos son insulinodependientes. ¿Sabes si estás cerca o lejos de padecer esta enfermedad?

Paola Arrieta Bolívar, afiliada de Coosalud en tratamiento activo por diabetes.

Educar para proteger el futuro

Todos los 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, creado en 1991 por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de la Diabetes, en respuesta a la creciente amenaza que representa esta enfermedad y su padecimiento en millones de personas. En esta fecha se busca generar conciencia sobre los factores de riesgo, incentivar una vida saludable y una mejor calidad de vida a nivel mundial.

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar un nivel de glucosa elevado en la sangre. La glucosa es una fuente de energía importante para el cuerpo humano, pero cuando hay demasiada en el torrente sanguíneo, puede causar daños graves y serios problemas de salud. Afecta la capacidad de la producción de insulina, una hormona importante que regula los niveles de azúcar en el organismo.

¿Cómo puedo reconocer la diabetes en mí o en mi seres queridos?

Los síntomas pueden incluir:

  • Sed excesiva
  • Orinar con frecuencia
  • Cansancio
  • Visión borrosa
  • Presión arterial alta
  • Pérdida de peso inesperada.

¿Cuáles son los principales factores de riesgo?

Los factores de riesgo más comunes son:

¿Cómo se diagnostica?

La diabetes se diagnostica mediante pruebas de detección de análisis de sangre que miden el nivel de glucosa en la sangre, por un médico de atención primaria o personal de salud especializado. Existen 4 formas:

  • Glucemia basal (en ayunas) mayor de 126 mg/dl
  • Hemoglobina glicosilada mayor de 6,5 por ciento
  • Curva de glucemia con 75 g de glucosa mayor de 200 mg/ dl
  • Glucemia al azar (en cualquier momento del día) mayor de 200 mg/dl con síntomas típicos.

¿Cuántos tipos de diabetes existen?

  • Diabetes tipo I: aparece más frecuentemente durante la infancia y la juventud.
  • Diabetes tipo II: es el más común y se desarrolla con mayor frecuencia en personas con obesidad, en adultos jóvenes y en personas mayores.
  • Diabetes gestacional: se presenta en mujeres embarazadas y aumenta el riesgo de complicaciones durante la gestación y el parto, y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
  • Otros tipos: existe la diabetes insípida que se originan por anomalía hormonal; y la diabetes pancreopriva, que se presenta por lesión del páncreas, ya sea por una extirpación quirúrgica o por inflamación de este órgano.

Riesgo de complicaciones de la diabetes

Con el tiempo, la diabetes puede dañar los vasos sanguíneos del corazón, los ojos, los riñones y los nervios. Por ello, se puede sufrir enfermedades cardíacas, pérdida de la visión, accidentes cerebrovasculares, enfermedad renal, disfunción eréctil, tensión arterial, y otras enfermedades asociadas.


Una persona diabética en edad adulta puede presentar complicaciones crónicas en los pies debido al daño causado a los nervios y al flujo sanguíneo insuficiente, ocasionando infecciones frecuentes.

¿Cómo tratarla?

El tratamiento para la diabetes depende del tipo y su gravedad. En general, el tratamiento tiene como finalidad evitar niveles altos de glucosa en sangre y prevenir o retrasar la aparición de complicaciones asociadas a la enfermedad. Este puede contemplar:

Medicamentos

El tratamiento farmacológico actúa de distintas formas para ayudar a controlar el exceso de glucosa en la sangre, ya sea con antidiabéticos orales o inyectables.

Insulina

Es una hormona que permite que la glucosa entre en las células del cuerpo y se utilice como fuente de energía.

  • Las personas con diabetes tipo 1 necesitan inyecciones de insulina para poder vivir, ya que su páncreas no produce la hormona insulina.

  • Las personas con diabetes tipo 2 pueden necesitar dosis de insulina cuando los medicamentos orales o inyectables no son suficientes para controlar la glucosa en sangre, o cuando hay contraindicaciones o efectos secundarios para usarlos.

Alimentación saludable

La alimentación es un aspecto fundamental del tratamiento para la diabetes, ya que influye directamente en el nivel de azúcar en sangre. Se recomienda una dieta adecuada, eligiendo alimentos saludables, ricos en fibra, proteína y grasas saludables, en todas las comidas diarias; y limitando el consumo de azúcares simples, harinas o alimentos refinados y grasas saturadas.

Ejercicio físico regular

La actividad física es otra opción de tratamiento que ayuda a controlar el nivel de azúcar en sangre, a reducir el riesgo cardiovascular, a mantener un peso saludable y a mejorar el bienestar general. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio físico por semana, que incluya ejercicios aeróbicos y de resistencia muscular. Se debe consultar con el médico antes de iniciar un programa de actividad física de control, o de pérdida de peso.

La diabetes no es un destino, es una elección

Proyecciones

Basado en las tendencias actuales, las tasas de diabetes continuarán en ascenso hasta al menos el 2025 si no se mejora el estilo de vida o se lleva un adecuado control.

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Prevenir la diabetes es cuidar de ti mismo

La prevención comienza con pequeños cambios en el estilo de vida y así reducir el riesgo de diabetes tipo 2:

  • Atención médica oportuna para una detección integrada
  • Mantener un peso saludable
  • Llevar un control glucémico periódico
  • Hacer actividad física regularmente
  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco
  • Seguir un plan de alimentación o una dieta saludable
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