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Historias de vida

Saray fue diagnosticada de leucemia a sus 9 años.

La lucha de Saray y Esilda, todo un ejemplo

En plena pandemia, la niña Saray Montero de Ávila fue diagnosticada con leucemia. Mantenerse fuertes ha sido, según Esilda, su mamá, la clave para enfrentar la enfermedad.

Con apenas 9 años, Saray Liseth Montero de Ávila debió enfrentarse a una leucemia agresiva, de esas que tienen muy pocas víctimas victoriosas, pues su tasa de supervivencia a nivel mundial es relativamente baja.

Sin embargo, Esilda Rosa Montero de Ávila, su madre, desde un principio se dispuso a ganarle la guerra a la enfermedad y esa es, en gran medida, la razón por la que hoy Saray sonríe y juega como cualquier niño con salud inquebrantable.

Tanto la madre como la niña son nativas del municipio de Sabanas de San Ángel, departamento del Magdalena.

La lucha para ellas comenzó en plena declaratoria de pandemia por covid-19, cuando la menor empezó a experimentar fiebres altas e inflamación de ganglios, que alertaron a la madre, quien la llevó a la sala de urgencias del hospital del pueblo.

Debido a los síntomas, el personal médico le sugirió que podía tratarse de una infección covid-19, pero Esilda se negó pensando en las bajas defensas de la pequeña, factor que podría predisponerla a un verdadero contagio de coronavirus.

Conoce la historia, narrada por sus protagonistas

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A esas alturas, Saray mantenía la hemoglobina en 6 gramos (el rango normal de hemoglobina en las mujeres varía entre 11,6 a 15 g/dL (gramos de hemoglobina por decilitro de sangre). La madre decidió trasladarla a un hospital del vecino municipio de Fundación, donde los galenos, tras las pruebas diagnósticas, le confirmaron que los malestares de la niña obedecían a una leucemia del tipo más agresivo.

De inmediato, Esilda buscó en su EPS de entonces las maneras de que se le sometiera un tratamiento a Saray, el cual se atrasó tres meses debido a que la empresa de salud ya venía en liquidación. Por ello, hizo todo lo posible por integrarse a Coosalud EPS, donde finalmente se le dio a la niña el tratamiento adecuado hasta que, finalmente, los exámenes arrojaron que la leucemia había cedido. “En Coosalud afirma Esilda me han dado de todo. Aparte del tratamiento para la niña, me han facilitado hospedaje y alimentación en Santa Marta”.

En este momento, los médicos tratantes determinaron formularle a Saray quimioterapias en forma de pastillas, de las cuales debe tomarse una diaria. Además, deben realizarle exámenes en la médula, de forma periódica durante dos años.

“En este proceso he aprendido muchas cosas asegura Esilda, sobre todo, a usar la inteligencia para resolver las dificultades. También he aprendido a cuidar más a mi hija, pero también a enseñarla a cuidarse. Hay muchas cosas que ella comía cuando no se le había declarado la enfermedad, pero ahora las rechaza porque ya se le ha dicho que no son buenas para su salud”.

Sin embargo, el estado de ánimo de Saray es fluctuante. A su madre le han dicho que se trata de los efectos naturales del tratamiento, por lo cual ya se ha acostumbrado a sus días y u horas de mal carácter, pero también se alegra cuando la ve coloreando dibujos, jugando con su tablet o volviendo alegre de su colegio, ubicado en el corregimiento de Manantial, jurisdicción de Sabanas de San Ángel.

“Lo único que puedo decir a los padres que estén pasando por una situación como la mía, es que sean fuertes. Esto no es fácil para un padre, y mucho menos para un niño, pero uno tiene que ser valiente y ponerse en manos de Dios, porque él es el único que sana y puede”.

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